Irshad Manji no cree que su condición de mujer emancipada y defensora de los derechos de los homosexuales deba hacerle renunciar a la de musulmana. Tampoco acepta fácilmente que le digan cómo tiene que vestir, pensar o sentir. En esta emotiva y valiente carta abierta, la periodista canadiense de origen ugandés pone en entredicho muchas de las cuestiones que impiden al mundo musulmán emanciparse y crecer en libertad.