Mil orejas es una obra para personas sordas y oyentes que desea sensibilizar sobre la discapacidad auditiva; en la que, en palabras de su ilustrador, Samuel Castaño Mesa, «se refuerza la idea de que el diálogo entre el silencio y el sonido es necesario para que ambos existan». Siguiendo la línea de El libro negro de los colores (Libros del Zorro Rojo, 2008), Mil orejas tiende puentes entre la poesía y el relato, entre la literatura infantil y la literatura para adultos, entre la lengua escrita y la lengua de señas, al tiempo que rescata la intensa sensorialidad de lo efímero y lo sutil: de un olor fresco en el aire, una caricia en la espalda o una mirada dulce. Una obra sobre la percepción entendida como el conjunto infinito de formas de conocer el mundo.