Con apenas 30 años, Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) ya había dado forma a dos de las esculturas más famosas de la historia del arte: el David y la Piedad. Sus logros como escultor, pintor, dibujante y arquitecto resultan inigualables: ningún artista ha sido capaz de generar una obra tan extensa y polifacética. Esta edición sigue el ascenso de Miguel Ángel hasta la élite cultural del Renacimiento. Diez capítulos ricamente ilustrados muestran las pinturas, esculturas, construcciones y dibujos del artista, así como un exhaustivo análisis de la magnífica proeza que supusieron los frescos de la Capilla Sixtina. Reproducciones a toda página y detalles ampliados permiten a los lectores apreciar los más mínimos detalles del repertorio del artista, acompañadas por un ensayo biográfico que explora los rasgos y circunstancias más personales de Miguel Ángel, como su carácter solitario, su afán por conseguir dinero y encargos, su inmensa riqueza y su talento como inversor inmobiliario.