Migas con miedo nos acerca a los márgenes de la sociedad almeriense durante los crudos años cuarenta. Desde posiciones historiográficas cercanas a la Historia de la Vida Cotidiana, la Microhistoria y a los Estudios Subalternos el autor nos propone lecturas desde abajo del franquismo. Los principales protagonistas de estas historias son las clases subalternas. En ellas se presta especial atención no solo a los sectores politizados sino también a los marginados, a quienes a pesar de tener voz, y usarla, no se suele atender. A partir de la contestación social a la dictadura en el ámbito político, económico y moral descubriremos una Almería mísera muy alejada de su exitosa situación actual. Volver sobre ese pasado de hambre y privación puede hacernos reflexionar sobre cómo gestionamos nuestras presentes comodidades. Un uso responsable de la Historia, y de las memorias, implica que nuestras catástrofes pretéritas generen crítica intransigencia hacia nuestras actuales vilezas. No se trata de igualar Auschwitz y Guantánamo, sostiene Enzo Traverso, sino más bien de preguntar si, después de Auschwitz, podemos tolerar Guantánamo.