Miénteme más es un alegato a la experiencia madura de un jefe de Sector que ha llegado al límite de sus fuerzas porque las fuerzas que lo sostienen ya se han agotado, porque ya no le quedan crímenes que resolver, ni investigaciones que llevar a cabo, porque un desengaño más sí podría rebozar el cáliz. Ya no se avistaban momentos felices que vivir, ni gozaderas que disfrutar. “Nosotros los de entonces ya no somos los mismos”, le había dicho una tarde a Luisa, con la lengua tropelosa por causa del ron y alguna lágrima agazapada en la pupila por causa del recuento de una vida estéril y la advertencia de un futuro insípido. Los tiempos han cambiado y los amigos se están yendo a espacios tan inciertos. Como Pepe la Vaca. Cambiando a la mínima comodidad hogareña de El Puchy gracias a sus contrabandos y cambalaches. A la muerte vergonzosa de Manolito el Buty o a la corrupción y el cinismo en el que se albergaba César. Los tiempos están cambiando y Leo Martín ha llegado al punto en que bebe para incrementar sus penas y no para olvidarlas. Ambrosio Carabina le siente olor a quemado y él mismo se siente olor a muerto. A todos los muertos que ha echado en su equipaje durante los últimos diez años. El mundo ha cambiado para Leo Martín y ésta novela que publica Atmósfera Literaria como cierre de las Crónicas del Barrio muy pronto se convertirá en otro clásico de la Nueva Novela Negra Cubana; máxima expresión del neopolicial cubano.