Miedo y deseo. Esas son las principales emociones que provoca en nosotros el vampiro. Un terror paralizante, que se combina con una atracción difícil de resistir. Poderosas impresiones, tan antiguas como la especie humana misma. Pero reducir una obra cumbre de la literatura universal como Drácula a una novela de terror supone pasar por alto el intenso impacto cultural que ha tenido en nuestras sociedades. En el interior de esa ficción palpitan los terrores y anhelos de una época pasada; unas pasiones, sin embargo, que extienden sus tentáculos hasta nuestros días.Miedo y deseo. Historia cultural de Drácula (1897) es un viaje al corazón de los Cárpatos en busca de lo que somos. Es la lucha heroica de una joven por sobrevivir, por encontrar un espacio al margen de las imposiciones de los varones. Es también una indagación sobre el fanatismo, la maldad y la locura, sobre la percepción que las clases dominantes tienen de sí mismas, sobre el trato que debemos dispensar al diferente, sobre la capacidad que posee el miedo para movilizar voluntades, sobre la implacable fuerza del deseoLa presente investigación es una pesquisa de historia cultural sobre el modo en que distintas ideologías pugnan por modelar a los sujetos históricos, por determinar sus actos, su forma de ser y de comportarse. ¿Podría Drácula ayudarnos a entender mejor el mundo del que venimos? ¿Podría contribuir a conocernos mejor a nosotros mismos? ¿Seremos capaces de soportar la mirada del monstruo para descubrir aquello que tiene que mostrarnos?