Los primeros veinticinco años de la vida de Winston Churchill estuvieron llenos de aventuras: desde su fuga de un campo de prisioneros durante la Guerra de los Bóers en África del Sur, pasando por el entrenamiento en las academias militares, su participación como observador junto a las fuerzas del general Martínez Campos en los enfrentamientos de la guerra de Cuba, su bautismo de fuego en las batallas del Valle de Mamund en la India, su participación en la batalla de Omdurman, la última y más famosa carga de caballería del Imperio británico contra los derviches sudaneses, o su lucha en el campo civil por hacerse con un escaño en la Cámara de los Comunes.