La extraordinaria vida de una mujer invidente. Viven en Tíbet al margen de la sociedad: son los niños ciegos. Tienen un futuro desde que Sabriye Tenberken, que entonces tenía 26 años, llegó a su pueblo. Fundó la primera escuela para ciegos de Tíbet. Ella conoce la importancia del estímulo y la educación- ella misma es ciega. Sabriye Tenberken logró su propósito de estudiar tibetología venciendo mucha resistencia. Desarrolló la primera escritura braille tibetana e hizo por su cuenta un extenso recorrido a caballo por la región autónoma de Tíbet para encontrar niños ciegos, a los que se oculta o se deja atados a la cama.