El único motivo que mueve a Gertrudis a Escribir es el deseo expreso de Dios de que comunique a otros las gracias que recibe de Él, una exigencia de gratitud por los muchos dones de que es objeto y el aprovechamiento del prójimo. La obra consta de cinco libros y solo el segundo, Memorial de la abundancia de la divina suavidad, fue escrito por Gertrudis. Este es una reflexión sobre el misterio de la fe tal como se manifiesta en la liturgia, la teología y la mística y, sobre todo, el fruto de una experiencia: la acción constante de Dios en su vida. Los otros cuatro libros son un panegírico de su persona y doctrina (L. I), favores otorgados (L. III), visitas de consolación por parte de Dios (L. IV) y luces recibidas con ocasión de los últimos días y muerte de numerosas personas. Mujer adornada con grandes cualidades humanas, culta y conocedora de la cultura de su tiempo, lo refleja claramente en sus escritos.