Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? (Mc 10,17). Esta narración expresa de manera eficaz la gran atención de Jesús hacia los jóvenes (...). De hecho, Cristo interrumpe su camino para responder a la pregunta de su interlocutor, manifestando una total disponibilidad hacia aquel joven que, movido por un ardiente deseo de hablar con el ?Maestro bueno?, quiere aprender de El a recorrer el camino de l a vida. Benedicto XVI