Estas memorias no estan dedicadas a la evocación afable, a la remembranza condescendiente o a revisar un pasado idílico. Tampoco hallamos aquí la nostalgia risueña ni las imágenes edulcoradas propias de un álbum familiar. Muy por el contrario, Helena paz nos entrega un recuento dspiadadoy minucioso cuya sinceridad alcanza, por momentos, una crudeza casi intolerable.