En estas páginas, el hombre y el pensador Vasconcelos (1882-1959) se juntan para explicar y explicarse, mediante un estilo apasionado, cuál ha de ser la función del intelectual en lo que se refiere a las difíciles tareas de dignificar la política, acrecentar la cultura, mejorar la vida en su conjunto, contemplándolo todo desde puntos de vista estrictamente morales.