La actriz se ha decidido a escribir la hª de su vida y narra sus temores, su inseguridad, su infancia, su obsesión por la perfección corporal y su paso por la bulimia hasta la edad de los cuarenta años, y ante todo la tormentosa relación que mantuvo con el director Roger Vadim, de espinosas tendencias sexuales a las que Jane accedió contratando prostitutas y organizando morbosas orgías con las que nunca se sintió cómoda.