Vemos aquí desfilar, captados con rasgos sobrios y certeros y con la elegante concisión de su estilo, personajes eminentes y tipos populares, sucesos de minúscula apariencia, pero de gran resonancia en su ámbito temporal, y hechos que marcaron los Anales del Archipiélago con huella perdurable. Todo ello, escrito en el tono de humor e ironía exenta de acritud, característico de la prosa del autor, para ofrecernos ejemplo de incansable laboriosidad y esperanzado optimismo.