Kuli acaba de llegar de hacer el Camino de Santiago en uno de los inviernos más duros que se recuerdan y queda con su amigo Jose en el Ambigú, bar del que son parroquianos desde hace años, para contarle su aventura. Una sensación de vacío lo había llevado a dejar un cómodo trabajo y embarcarse en un viaje, habiendo quemado las naves, para hacerle un zoom out a la vida y buscar una nueva perspectiva para entenderla mejor, un viaje interior hacia sí mismo. "Fui buscando respuestas y el Camino me cambió las preguntas". Kuli narra la crónica de su viaje conversando con Jose, quien incluso interactúa con los personajes de la narración, confundiendo el plano de la novela con el de la metanovela. Al tiempo, en el Ambigú se suceden una serie de historias mínimas y cotidianas que suelen darse en los bares.