Guerra Civil española. Frente sur de Pozoblanco (Córdoba): con un estilo ágil y directo, el autor narra sus vivencias más íntimas durante los tres meses —desde septiembre de 1937— en que participó en la contienda, antes de caer enfermo y ser evacuado al Hospital Militar de Ciudad Real aquejado de fiebres de malta. Sensibilidad, crudeza y lirismo se aúnan para crear una obra brillante y singular, enriquecida con más de treinta ilustraciones al aguatinta, de extraordinario valor artístico, realizadas por el propio autor. Personajes reales van desfilando por el escenario narrativo: algunos toman un cariz novelesco por su inverosimilitud, como el esperpéntico teniente Rufino arengando la tropa; otros rebosan humanidad como el sargento Caballero, el amargo cinismo del tío Pascual, la triste historia de la «Señá María», la inquebrantable amistad de Pertusa más allá de sus ideales y así, uno a uno, conforman un amplio mosaico de historias en cuyo substrato encontramos los variados matices del comportamiento humano, a veces contradictorio, siempre emotivo. También el autor sucumbió a la degradación que supuso aquella experiencia dramática, cuando escribía este relato en el interior de su chabola, durante la noche, a la luz de un candil aceitoso que manchaba su guerrera, sin inmutarse lo más mínimo ni tratar de evitarlo. Metáfora del desengaño y el abandono de una generación cuyo sufrimiento marcó la historia de todo un país, y que aún hoy podemos sentir a través del testimonio escrito y las imágenes recuperadas del fondo de sus recuerdos.