"El texto cobra la forma de un monólogo o torrente de consciencia de un paciente en la consulta de un psicoanalista, que cae de pleno en un onirismo confesional lleno de rastros biográficos o al menos emocionales. El psicoanálisis como exploración permanente de las fronteras del yo es una constante en Cerviño, desde El ave fénix sólo caga canela (2009). No es que Cerviño haga un psicoanálisis de o desde la palabra, sino que emplea el utillaje conceptual psicoanalítico y su metodología para vertebrar parte de su proyecto de escritura; la metaliteratura también podría recibir el nombre de “texto que se analiza a sí mismo”, y, si está bien hecho el análisis, puede considerarse un proceso de terapia, un tratamiento." Vicente Luis Mora.