La Comunidad Valenciana, por su configuración y situación, posee gran variedad de recursos y problemas medioambientales cargados de contrastes. En 1984 se reciben del Estado central las transferencias sobre competencias medioambientales, lo que permite iniciar la gestión en materias de residuos sólidos urbanos e industriales, protección y restauración de espacios naturales y control de calidad de las aguas y de la atmósfera.