La Escuela Histológica Española gozó de prestigio mundial por sus relevantes contribuciones, originales y de gran trascendencia para la explicación de la estructura y funcionamiento del sistema nervioso central. Obras de generaciones de profesionales que trabajaron con tesón a pesar de la escasa atención que se les prestaba la simbolizan magistralmente Santiago Ramón y Cajal y Pío del Río Hortega. A esta gesta mundial, truncada por la guerra civil y el franquismo, hicieron una importante aportación varios médicos murcianos, y el objetivo de este libro es contribuir al conocimiento de su labor, poco difundida hasta ahora. Los cuatro médicos murcianos que destacaron en la Escuela Histológica Española son por orden cronológico, Luis Calandre Ibáñez (1890-1961), a la vez introductor de la electrocardiografía en España, Román Alberca Lorente (1903-1967) y Luis Valenciano Gayá (1905-1985), insignes psiquiatras, y Antonio Pedro Rodríguez Pérez (1912-1964), que pretendió contra viento y marea desarrollar su vocación científica y docente en histología.