Este libro estudia un aspecto de primer orden en la historia de la medicina medieval: el proceso de institucionalización del sistema médico heredero de la tradición hipocrático-galénica y la consiguiente medicalización de la sociedad. A través del análisis de la riquísima documentación bajomedieval que se guarda en los archivos de la antigua Corona de Aragón, se estudia ese proceso de institucionalización en el ámbito territorial de la Corona. El análisis reveló que en la segunda mitad del siglo XIV, después de la peste negra de 1348, se estableció una red asistencial y, conforme avanzaba el siglo, quienes se dedicaban a la práctica sanitaria (físicos, cirujanos, boticarios, barberos y albéitares) adquirieron una importancia inusitada en muchos ámbitos sociopolíticos, ya que la sanidad y la asistencia a los ciudadanos se convirtieron cada vez más en un asunto de gobierno.