A través de diversas contribuciones de destacados críticos e investigadores, con textos de nueva creación, entrevistas y extractos de obra publicada, se analiza la obra de Roberto Rébora, artista mexicano, que empezó su andadura como dibujante y retratista hasta descubrir los murales de Orozco y la pintura al fresco veneciana. Ha dedicado su producción fundamentalmente al retrato, individual, familiar, de cuerpo entero, colectivo, monocromático, de múltiples colores, caricaturesco. Combina la pintura con la práctica de la poesía y la lectura en voz de alta. Por eso, algunos de sus poemas se reproducen en esta publicación. Consciente de ser uno y distinto entre sus coetáneos, dedicado al retrato mientras su generación se centra en el arte conceptual, el artista recuerda haber renunciado al éxito: No aspirar a nada relacionado con el éxito fue la condición para seguir adelante.