Este libro propone un modelo educativo que nunca pasa de moda: las vidas de los santos, y repasa algunas cualidades comunes a todos ellos (el seguimiento de Jesús, el testimonio, el rechazo a la violencia, la sencillez, el sentido del humor, la alegría fundamentada en la fe, la capacidad para superar situaciones de sufrimiento, la entrega a los demás, la dedicación a la oración, la humildad o el sacrificio). Repleto de divertidas anécdotas y ejemplos de conducta, este libro recorre la vida y las obras de grandes santos de la Iglesia (Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Damián de Molokai...), que no solo sirven de guía al cristiano en su vida cotidiana, sino que además lo acompañan en los momentos difíciles, recordando con su ejemplo que la santidad es una vocación universal accesible y deseable.