En marzo del 2000 presenté en mi programa de televisión Laura en América un caso que tuvo el poder de cambiar el rumbo de las elecciones en mi país y dos años después, el del resto de mi vida. La tarde del 17 de julio del 2002, fui arrestada en el aeropuerto de Lima, Perú, y escoltada a las instalaciones de un estudio de televisión para cumplir una prisión domiciliaria que se extendería por espacio de tres años. ¿Cómo fue que llegué a eso y por qué el expresidente del Perú, Alejandro Toledo, utilizó todo el poder de su investidura para someterme a un largo y amañado juicio? Para escribir este libro reviví tres años de infierno junto con las personas que de alguna y otra forma lo pasaron junto conmigo. El tiempo ha sido generoso y me ha permitido ver que la razón me asiste y que quienes me acusaron ahora pagan por sus delitos o están prófugos, escapando a rendir cuentas por sus malas acciones. Advierto que este libro no cierra un episodio de mi vida para seguir como que nada sucedió. Pasó, me destruyó y me sigue afectando con sus consecuencias. Me enfrenté a reconstruir aquellos años de infierno porque estoy lista para exigir la reparación del daño que me causaron.