Según se ha sostenido por diferentes estudiosos, a lo largo del último siglo, Martí había sido recibido en la logia Armonía de Madrid, en 1871. Un documento aparecido recientemente en el archivo de una logia cubana, parece demostrar que la recepción se produjo de hecho en un taller masónico de la misma época, Caballeros Cruzados, también de la capital de España. Este ensayo, sin embargo, considera este hecho meramente incidental, ya que la vida de ambas logias transcurre de forma paralela, y sostiene que José Martí debió sentirse muy decepcionado de una masonería que, en contra de sus deseos, veía a Cuba como una provincia más de la Primera República española, sin acceder a sus pretensiones independentistas, sino más bien todo lo contrario.