Marlene Dietrich: un nombre que trae enseguida a la memoria el eco del mítico Berlín de los años veinte; un nombre en el que ciframos tanto la oscura historia del nazismo como la refulgente imagen del Hollywood glorioso; un nombre, también, de mujer libre y lúcida, ejemplo de muchas otras mujeres fuertes. Este libro es uno de los primeros y más conocidos retratos de Marlene Dietrich, escrito y publicado en 1931, cuando su fama mundial era todavía muy nueva, pero su carrera y su vida estaban embarcadas ya en el rumbo decisivo. En estas páginas, «la Dietrich», como comenzaba a conocérsela, estaba ligada aún a la imagen de aquel Berlín internacional de cabarets, canciones y conspiraciones políticas, una ciudad sin parangón que la actriz tendría que abandonar un par de años más tarde debido a su enérgico rechazo del régimen nazi. En este breve acercamiento a Marlene, Franz Hessel nos transmite la imagen de sus comienzos, con pinceladas exactas y datos reveladores, y es sorprendente comprobar en qué grado estas observaciones son válidas también para sus papeles e interpretaciones posteriores. Sobre el texto, y sobre las numerosas fotografías que lo acompañan, planea la magia del sueño, una magia placentera que no llega a convertirse aún en melancolía. Se trata, sin duda, de un momento estelar, aunque íntimo, muy lejos del aparente glamour de la estrella, y más allá de los abismos del tiempo y la desgracia. Quien ame Berlín, quien ame a Marlene Dietrich y quien ame a Franz Hessel amará también este libro de comienzos, certezas y sueños, escrito para el recuerdo de una época perdida pero también, como en toda obra de Hessel, para la esperanza.