En este importante y provocativo libro, dos eminentes investigadores describen las virtudes medicinales de la marihuana, explicando por qué se ha prohibido su uso y aduciendo razones en favor de su plena legalización, de modo que pueda estar al alcance de todos los pacientes que la necesiten. Como apoyo a su argumentación, personas con diferentes enfermedades --incluyendo cáncer, epilepsia, SIDA, dismenorrea y depresión-- nos ofrecen conmovedoras descripciones de su sufrimiento antes de empezar a utilizar la marihuana, de los cambios producidos por el uso de esta planta y de sus dificultades para conseguirla por vías legales. Los beneficios potenciales de la marihuana, así, son descritos como muy diversos, por lo cual resulta ridícula la negativa a prescribirla por parte de los mismos médicos que recetan drogas increíblemente poderosas como la morfina o la cocaína. Por otra parte, sólo son doce los pacientes a los que el gobierno de los Estados Unidos ha permitido el uso de la marihuana con fines medicinales. ¿Por qué esta reticencia? ¿A qué negar las evidentes propiedades terapéuticas de esta droga? ¿Qué sentido tiene abocar a los enfermos a la ilegalidad, con todo el dolor y la ansiedad adicionales que ello les provoca? En definitiva, no crea el lector que nos encontramos ante las disquisiciones de dos científicos locos, ni frente a los argumentos de un par de gurús de los años sesenta. Éste es un libro riguroso y documentado, pero también un alegato apasionado y furibundo. De lectura particularmente recomendable para todos aquellos que estén interesados por la historia, las aplicaciones médicas y biológicas y las implicaciones políticas que han rodeado hasta el momento a esta asombrosa planta.