A través de la historia de María Magdalena, Margaret George narra un período clave de la Historia: el nacimiento del cristianismo. María Magdalena se caracterizó desde sus primeros años por su deseo de conocimiento, así como por sus visiones. Su encuentro con un joven profeta, Jesús, la ayudó a encontrar un sentido a su propia vida. María pasó a formar parte del círculo más cercano de Jesús, contribuyendo activamente a la forja de una nueva fe, no sin grandes sacrificios personales. Su elección, sin embargo, le obligó a renunciar a su marido y a su hija, un sacrificio que despertó toda clase de rumores que han llegado hasta nuestros días.