Conocedores de primera mano de esas dificultades que tiene hoy nuestros empleados públicos, debido a los cursos que impartimos en diversos ministerios, comunidades autónomas y ayuntamientos, decidimos elaborar esta obra, muy necesaria a nuestro juicio, para llenar el vacío de una Manual que fue pionero y ejemplar en el estudio del lenguaje administrativo y en el ofrecimiento de propuestas y soluciones a problemas lingüísticos cotidianos. Se trata, por tanto, de una obra muy práctica, con la imprescindible teoría, para ayudar a resolver algunos de los errores más recalcitrantes de los que adolece este uso específico de nuestra lengua. Eso hemos pretendido los autores de esta obra: enseñar las técnicas básicas para el buen uso oral de nuestra lengua y promover las habilidades de redacción escrita que las personas que trabajan en la Administración Pública necesitan en su trabajo cotidiano. Pero no es una obra cerrada. Necesita enriquecerse con las aportaciones de los propios interesados… los autores.