En un mundo demasiado rápido y estresante, una franja de tiempo en calma para uno mismo es tan necesaria como respirar. Y repetir gráficos de color puede ser en sí una terapia que nos ayude a detenernos, relajarnos y concentrarnos. Estos mandalas nos acercan a la filosofía oriental del circulo primigenio como centro del universo. Un cosmos que podemos recorrer y explorar de forma intima, reconectando con la belleza natural.