«¡Qué canalla es la bicha!», pensó el autor de este libro cuando le diagnosticaron cáncer hace ya tres años, y así le dio nombre a su enfermedad. Ésta es la crónica real del doloroso deterioro que fue sufriendo su cuerpo hasta llegar al filo de la muerte. Cosas de la quimioterapia. No obstante, se ha esforzado todo lo posible por desdramatizar su tremenda dificultad de vivir durante el tratamiento. Para ello ha echado mano de la ficción, en tres historias, con algunos retazos biográficos: un relato de la Gran Vía madrileña allá por el año 1954, un crimen horrendo y un engaño de boda ya en estos tiempos. Historias que terminan entrecruzándose unas con otras, además de otras muchas que enganchan y divierten, como el sueño erótico del autor con su preciosa enfermera indignada de la Puerta del Sol. La novela emociona, cautiva y arranca sonrisas, además de ser un ejemplo de superación de esta enfermedad.