Ser maestro, sobre todo maestra, de Primaria sigue siendo visto como un trabajo fácil y cómodo. Total, su tarea solo parece consistir en mantener el orden y pasar las lecciones de un libro de texto. Pero su realidad es muy diferente. Su tarea se considera cada día más fundamental por la importancia que tienen para el desarrollo del alumnado el sentido de las actividades de enseñanza y la configuración de los entornos de aprendizaje que se le proponen y dado que, durante esta etapa de la vida, el cerebro graba de forma especial el sentido de las costumbres que orientarán su actitud frente al aprender y al ser. Además, el trabajo docente se articula y viene enmarcado en una serie de ejes que le confieren un alto grado de complejidad, demanda intelectual y emocional y compromiso social; entre los que se encuentran las prescripciones legislativas, la relación con sus compañeros y con la cultura del centro, el trabajo cognitivo y afectivo con un alumnado heterogéneo y la responsabilidad de fomentar su desarrollo integral, la necesidad de evaluar los aprendizajes, el contacto con las familias y la necesidad de formación permanente. Todo ello sin olvidar su vida personal, cultural y social. En este libro se explora, analiza e interpreta, a la luz de las evidencias de la investigación, un conjunto de temáticas que configuran y ayudan a entender qué significa aprender a ser maestra en el mundo actual. Algo que puede interesar a los propios maestros, a las escuelas, las familias, los formadores del profesorado y los responsables de las políticas de educativas; todos aquellos que estén empeñados en una educación a la altura de nuestro tiempo y en la consecución de una sociedad más equitativa y democrática.