María Félix Torres (1907-2001), fundadora de la Compañía del Salvador y de los colegios Mater Salvatoris, es "una de esas jóvenes que abrieron caminos de luz en momentos difíciles en la historia de España" (Cardenal Rouco). A los catorce años hace por primera vez los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola y siente en ellos la llamada que cambió toda su vida: "Irresistible y dulcísimamente atraída por el Señor, me ofrecí a Él para siempre". El camino que tuvo que recorrer no siempre fue fácil: licenciada en Ciencias Químicas cuando pocas mujeres españolas iban a la Universidad, permaneció fiel a Jesucristo en medio de la guerra y la persecución religiosa. A través de todas estas circunstancias, el Señor le hizo ver la importancia de la educación cristiana de la juventud, misión a la que dedicó toda su vida.
María Félix Torres (1907-2001), fundadora de la Compañía del Salvador y de los colegios Mater Salvatoris, es "una de esas jóvenes que abrieron caminos de luz en momentos difíciles en la historia de España" (Cardenal Rouco). A los catorce años hace por primera vez los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola y siente en ellos la llamada que cambió toda su vida: "Irresistible y dulcísimamente atraída por el Señor, me ofrecí a Él para siempre". El camino que tuvo que recorrer no siempre fue fácil: licenciada en Ciencias Químicas cuando pocas mujeres españolas iban a la Universidad, permaneció fiel a Jesucristo en medio de la guerra y la persecución religiosa. A través de todas estas circunstancias, el Señor le hizo ver la importancia de la educación cristiana de la juventud, misión a la que dedicó toda su vida.