Desde la cubierta, impactante y cargada de misterio, emerge la historia de una madre vista a través de los ojos del hijo o la hija, con todas las ambivalencias de las que es capaz el amor. Al abrir este álbum ilustrado de gran formato, entramos en el corazón de una relación en la que la madre es la protagonista: la madre aventurera, la madre protectora, la madre sinónimo de ternura y abundancia; también la que a veces, inevitablemente, siente el deseo de escapar, de «cantar y bailar en los bosques oscuros», pero que vuelve para recordar que hay vínculos indestructibles. La sintonía entre el hermoso texto de Stéphane Servant, fresco, denso y vital, y las ilustraciones líricas e intrigantes de Houdart, crean una obra de una sensualidad perturbadora que atraen al lector hacia un universo único e intimista, cuya grandiosidad radica en dejar el camino abierto para la interpretación. Las ilustraciones, ricas en detalles y de composición elegante, arrancan significados inagotables a las palabras, mientras estas últimas contagian de dulzura la complejidad de la naturaleza que invade las escenas. Este libro se aleja de todos los convencionalismos para desentrañar la figura materna sin ofrecer la simplicidad, frecuente a veces en la literatura infantil, sobre la madre perfecta. Se trata de una oda a la maternidad, cargada de simbolismo y poesía, que se aleja de todos los estereotipos y proclama la naturaleza salvaje que anida en el alma de la mujer, donde conviven el instinto de protección y sus propios temores y aspiraciones.