Lo cierto es que el saber ha sido un instrumento de dominación a través de los siglos. Las clases dominantes, los grupos privilegiados en cada sociedad han retenido como patrimonio privado las formas de sabiduría más sofisticadas según el nivel de cada tiempo. El muro de la riqueza y el muro de la sabiduría han sido los baluartes seculares para preservar el recinto de los privilegiados. La enseñanza, sistema para la transmisión de los saberes, [
] se cuidó a lo largo de los tiempos que estuviera controlada por las fuerzas sociales dominantes, y utilizando la enseñanza como un instrumento más de dominación, se aseguró que sirviera como eficaz mecanismo reproductor de un determinado modelo de organización social, con su respectivo aparato ideológico legitimador. Hemos visto cómo hasta el presente el saber ha sido un instrumento de dominación social. Cómo el sistema de enseñanza se adecuaba sobre todo a la reproducción de las desigualdades y consecuentemente a la reproducción de los estratos dominantes. Pues bien, un punto nuclear del pensamiento socialista sobre la educación, es transformar la escuela en sistema de nivelación social, en impedir que el privilegio económico se perpetúe a través de la enseñanza. Luis Gómez Llorente, Alternativa socialista a la enseñanza (1979)