En este libro se analizan los múltiples y variados aspectos en los que las instituciones monásticas y conventuales actúan como creadoras de objetos escritos, custodios de la memoria escrita y receptáculos de escrituras en los soportes más variados: inscripciones, libros, documentos y monedas, pinturas y esculturas, orfebrería y objetos de arte y de culto. Y ello con las finalidades más varias: preservación de la memoria y de los derechos y propiedades, celebración de los bienhechores y de la propia institución, enseñanza de la escritura y, como finalidad primordial, divulgación del mensaje cristiano entre los fieles.