La labor del ingeniero estructural se podría definir haciendo un símil con las palabras de Miguel Angel en cuanto a la labor del escultor es 'liberar al David que está dentro del bloque de mármol', en encontrar el esqueleto resistente dentro del volumen planteado por el arquitecto. En muchos casos este esqueleto resistente está oculto dentro del espacio pero en muchas estructuras este define al propio espacio, realzándolo. De esta forma la labor del ingeniero estructural se acerca a la del arquitecto en cuanto al diseño del espacio y su composición. Es conveniente cambiar el planteamiento tradicional de estructuras mediante pórticos planos al planteamiento espacial, más cercano a la naturaleza del problema. Este libro es una aportación en esta dirección.