Un hombre de 63 años, en la plenitud de una vigorosa madurez, se enfrenta a una serie de conmociones existenciales que desarticulan su vida y lo llevan a emprender un ilusorio viaje de regreso a su patria de origen. Roto su matrimonio y recién operado de cáncer de próstata, es falsamente acusado de violencia doméstica y obligado por la policía a dejar su casa y sus libros en menos de veinte minutos. Entre las pocas cosas que se lleva está una antigua máscara de yeso de su padre joven que el destino le había puesto en las manos durante su propia juventud. Bruscamente desprovisto de todo sentido y dirección, Lászlo Benedek se aferra entonces a un peregrino propósito: enterrar simbólicamente aquella máscara en el pueblo del sur de Hungría donde nació su padre. Se inicia así un periplo de veinticuatro días que es, sobre todo, un viaje hacia el fondo de sí mismo. Los 24 días es también una novela sobre el perdón y la reconciliación. Escrita en forma de un diario de viaje, el protagonista consigue recomponer las múltiples desgarraduras que constituyen el desarticulado tejido de su vida: el exilio, los divorcios, las traiciones, la vejez y el amor. Y sobre un plano superior, la historia reciente de Europa, la segunda guerra mundial, los horrores del Holocausto, y el lugar que la constelación familiar de cada uno ocupa en esa historia colectiva. Escrita en un lenguaje sobrio y poderoso, atravesado de humor y con momentos de un raro lirismo, en ella se entrelazan los tiempos y los espacios, lo real y lo imaginario, en el constante vaivén de un riquísimo tejido narrativo, con personajes ficticios, que apunta también hacia la reconciliación totalizante del final.