Los empleados de "Los temporales" han asumido horarios interminables, hasta el punto de ver su vida reducida al espacio de la oficina. El desmayo de Olivia, una de las trabajadoras, revela esa asfixia y provoca la visita de Samuel, un "coach". Este sugiere lo que parece cierto: Olivia debe comenzar de cero. El despido es su única posibilidad de curación.El texto plantea la posibilidad de asumir un modelo laboral salvaje sin enfermar. Aborda la exigencia social de autorrealizarse y cumplir los sueños. La obra es también un homenaje a los que aun sabiéndose en el lugar equivocado, no han sido capaces de formular su propio deseo.