En octubre de 1998, el autor de esta obra y su mejor amigo emprenden un apasionante viaje a Yemen siguiendo las huellas del poeta Rimbaud. Todos los caminos conducen a Aden, pero no será fácil llegar hasta allí: amenazas, tentativas de secuestro y peligros de toda especie jalonarán su periplo por uno de los países más interesantes y menos conocidos del mundo árabe. Un fino retrato de dos viajeros con personalidades antagónicas, pero impulsados por la misma idea de mezclar vida y literatura, a la manera de los beatniks. El poeta de la acción y el de la contemplación pasan voluntariamente una temporada en los infiernos, pero no de otra manera se alcanza la iluminación, y si no que se lo pregunten a los Blake, Huxley y al propio Rimbaud. Pero por encima de todo Los sultanes del Yemen es un canto a la amistad y el ansia de conocimiento, más allá de todas las fronteras. Aunque basada en hechos reales, Los sultanes del Yemen se lee como una novela de aventuras en toda regla.