Son pocos los testimonios escritos que nos han legado las culturas ibérica y celtibérica, cuyas lenguas, por tanto, solo conocemos de forma muy parcial. Un número amplio de esos textos, que constituyen los más antiguos ejemplos de escritura hallados en buena parte de la península ibérica, se recopilan en este libro, que incluye catálogos completos de tres tipos epigráficos concretos: las inscripciones sobre piedra, las estampillas y las téseras de hospitalidad. Para afrontar la interpretación de tan complejos y elusivos documentos, la obra privilegia el estudio de los soportes (tipología, iconografía, etc.), perspectiva un tanto minusvalorada por la investigación previa. Los resultados de tal enfoque se suman a los avances de la lingüística y de otras disciplinas —historia antigua, epigrafía, arqueología, etc.— que convergen en el interés que despiertan estas inscripciones, asociadas a diferentes prácticas sociales (la hospitalidad, la autorrepresentación de las elites, etc.) de unas comunidades en el umbral de la historia, profundamente afectadas por la conquista de Roma, que, también en el ámbito de la lengua, la escritura y la expresión epigráfica, tuvo enormes repercusiones.