Los Misterios de la Vida de Cristo son el eje estructurador y organizador de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. Asumiendo una rica tradición espiritual y teológica sobre estos misterios del Señor Jesús, Ignacio los reelabora a partir de su propia experiencia y de la experiencia de tantas personas a las que dio los Ejercicios. A través de la imaginación, pórtico de la contemplación, el ejercitante es puesto delante de Jesús, «como si presente se hallase» para escucharle, hablarle e incluso tocarle; así se adentra en lo que Ignacio llamó el «conocimiento interno» que dinamiza el amor y el seguimiento.