"En consonancia con el individualismo cultural propio del llamado capitalismo tardío -afirma el autor-, los libros de autoayuda limitan los problemas a sus consecuencias psicológicas, atribuyendo el éxito o fracaso exclusivamente a las acciones de la persona e ignorando las causas externas o materiales, que en muchos casos no pueden ser abordadas sin recurrir a los otros, a la política o a la acción grupal. Cualquier situación se puede afrontar simplificándola como un problema relacionado con el desarrollo personal o la elevación de la conciencia. Todo ello en un contexto cultural donde el éxito económico se interpreta como dependiente exclusivamente de la actitud y la autoestima de la persona, obviándose la existencia de desigualdades, y donde se afirma gratuitamente que cualquier enfermedad, como el cáncer de mama, tiene su origen en la mente"