En el contexto del pesado ambiente social de finales del siglo XVI en la ciudad de Granada, se inició un proceso de falsificaciones (o invenciones) históricas que se inició con los hallazgos de la Torre Turpiana y los Plomos del Sacromonte, y que duraría más de siglo medio, dando lugar a una amplísima bibliografía académica. En este libro concurren elementos muy dispares ajenos al campo estrictamente histórico. Su autor, Ignacio Gómez de Liaño, lo denominó en su día “propuesta excéntrica”. Sin embargo, Los juegos del Sacromonte es ya parte de la bibliografía clásica moderna sobre la temática sacromontana, un instrumento legítimo de conocimiento para la reflexión, capaz de trascender el nivel de análisis histórico positivista.