La dominación colonial bajo la fórmula de protectorado se asociaba al concepto de administración indirecta, en la que teóricamente ejercían el gobierno autoridades autóctonas, pero cuya actuación era fiscalizada por agentes de la potencia colonial, los interventores. Esta facultad y las numerosas funciones que asumieron convirtieron a los interventores en la pieza básica de la gestión del Protectorado español en Marruecos (1912-1956). Esta obra analiza las contradicciones existentes entre el discurso oficial sobre la Intervención y la realidad, las constantes revisiones que padeció su organización durante el período de vigencia del Protectorado, las variadas funciones que se asignaron a los interventores y los escasos medios puestos a su disposición, las numerosas cualidades que se les exigieron y la deficiente actuación de algunos de ellos, la complejidad de las tareas que debían cumplir y la indefinición del proceso de selección y la insuficiente formación que recibieron hasta 1947. Se trata, pues, de una obra de revisión historiográfica que arroja luz sobre una cuestión fundamental del Protectorado y que ayuda a comprender cómo fue el día a día del colonialismo español en el norte de Marruecos.