La emigración marcó una época, la de la postguerra civil en Canarias. Muchos fueron los isleños que trasladaron sus sueños a Venezuela y muchas también las peripecias y dificultades para que estos se hicieran realidad. Los hombres se van, nos traslada hasta aquellos años recreándonos la atmósfera, pintándonos los lugares y la idiosincrasia de una ciudad que latía bajo los efluvios del nuevo régimen instaurado. También nos dibuja la maldad, la crueldad y la sinrazón de los comerciantes de sueños en las épocas de miseria.