Los hermanos Karamázov (1880), la última novela que escribió Fiódor Dostoievski, está considerada su obra maestra y una de las cumbres de la literatura universal. La historia de un padre despótico enfrentado a sus hijos legítimos e ilegítimos, uno de los cuales terminará por asesinarlo, es uno de los grandes referentes de los que han bebido creadores de todos los ámbitos a lo largo de la historia. Tras un largo y arduo proceso de destilación, imprescindible para convertir esas más de mil páginas en una pieza teatral representable, permanecen intactos los grandes temas de la naturaleza humana, los personajes icónicos, con sus aristas y sus contradicciones, las grandes pasiones y misterios del alma que el genio ruso retrató como nadie. Como dice Gerardo Vera, «Un proyecto así solo tiene un camino: escuchar con pasión, respeto y admiración a un novelista ruso, europeo y universal que, como todos los grandes artistas, al final solo habla del hombre».