Los Hechos de los Apóstoles desarrollan su narración en un medio político y cultural relativamente homogéneo, que corresponde al mundo del Imperio romano. No puede entenderse cabalmente el contenido del texto bíblico sin conocer la geografía, las instituciones, las costumbres y los medios de vida propios de aquella época. Este libro aporta de una forma fácil, pero precisa y científicamente bien contrastada, esa información.