La exclusiva gestión de los diezmos, el control de un amplio patrimonio rural y urbano, la estructura organizativa de su administración y la calidad intelectual de un considerable sector de los prebendados integrantes del Cabildo, entre otros aspectos, indican el gran interés despertado entre los investigadores por la institución. Los estatutos del Cabildo Catedral fueron el reflejo de los intereses, los cambios políticos y religiosos experimentados por la propia iglesia canaria durante la etapa estudiada. La presencia de normas escritas favoreció la convivencia entre los prebendados y coadyuvó, pese a los diversos conflictos, al establecimiento de determinados protocolos sociopolíticos favorecedores del diálogo con las instituciones locales y regionales. Los Estatutos muestran una amplia riqueza de matices ético-morales, un notable grado de corporativismo, las influencias políticas externas de grupos con determinados intereses dentro del Cabildo y los deseos de preeminencias exclusivas entre los prebendados como vía de ratificar su posición social.