Toda contribución que conduzca a depurar el concepto y realidad de una institución penal contribuye eficazmente a dotar de la exigida nitidez los perfiles del Ordenamiento Jurídico, en la medida en que permite deslindar instituciones precisadas de fronteras claramente establecidas en un doble sentido: por un lado distinguiendo los supuestos atípicos y no perseguibles de aquellos que sí lo son y, por otro, distinguiendo con total nitidez unas tipicidades de otras. Tal fue, sin duda, el objetivo perseguido por el autor a la hora de colacionar el grado de doctor con el trabajo que está en la base de esta obra, si bien, más allá del valor intrínseco de un trabajo de tal naturaleza, la obra que me honro en prologar supone la irrupción en el ámbito académico de una nueva forma de entender la actividad investigadora y, por ende, docente.