A mediados del s. VII se fundó en París un de los centros asistenciales más antiguos y longevos de Europa, que aún cambiando de ubicación e incluso de nombre a lo largo de los siglos, ha seguido prestando servicio a los ciudadanos de la capital francesa hasta nuestros días. El afamado hospital Hôtel-Dieu de París contó en sus orígenes con la ayuda de un grupo de mujeres que voluntariamente prestaban sus cuidados a los enfermos, débiles, huérfanos, ancianos y desvalidos en general que ocupaban sus camas. Ya en el s. XII estas mujeres se constituyeron cono orden religiosa adscritas a la orden de San Agustín y siguieron prestando sus cuidados en el centro hasta la Revolución Francesa. Sobre los principios que las impulsaban; los cuidados que prestaban; los instrumentos, herramientas y técnicas que utilizaban; las instalaciones; la gestión; las categorías de las cuidadoras; la estructura funcional y orgánica del centro, versa este tratado. Recogiendo en sus páginas los mejores y peores hechos que entre sus muros sucedieron. Comenzando con un cuidado abnegado que se fundamentaba en que "(
) las hermanas, en la medida de lo posible, tienen como misión de caridad, el cuidado a los enfermos, que constituye su deber esencial pero falto de formación. Continuando con asesinatos e infanticidios, rodeados de graves problemas de corrupción y pérdida de capitales. Y terminando por un conflicto de género, religioso y profesional en el que vemos una lucha de este grupo que como mujer estaba sometida al hombre, como religiosa al clérigo y como cuidadora al médico.